viernes, 11 de abril de 2014
El león en acción
El león necesitaba su ración de comida diaria. Siempre salía muy temprano a seleccionar su presa. La elección de un buen ejemplar era fundamental para su correcta alimentación. Para su dieta, el león siempre había sentido predilección por los ciervos. Aunque eran animales muy rápidos, a un buen cazador como él nunca se le escapaban. A la menor distracción, se abalanzaban sobre su víctima y, en una fracción de segundo, era suya. Entonces, su satisfacción era inmensa.
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