miércoles, 17 de junio de 2015
Redacción de 1000 palabras.
El
final de una etapa
Ya tengo
doce años y acaba una etapa importante de mi vida, una etapa que me
ha ido preparando para empezar otras nuevas. Durante estos años he
ido creciendo y madurando.
Mi
comienzo en el colegio Juan XXIII fue el 15 de Septiembre del 2006.
Durante el periodo de infantil aprendí muchas canciones como la del
“Indio, Indio” y la de “En mi cara redondita”.
Ese año
tuve mi primer baile de Navidad en el teatro, vestida de pastora,
cantando y bailando “Mi burrito sabanero”. Y también el día en
el que van al cole los Reyes Magos, (aunque me daban un poco de
miedo).
También
comencé a conocer a mis compañeros, y que decir de ellos, entre
nosotros ha habido de todo: llantos, risas, peleas, confesiones,
besos, abrazos… uniéndonos y uniéndonos hasta formar una gran
familia.
Y atrás quedaron los
llantos por no querer separarme de mis padres, las peleas cuando me
quitaban los juguetes de las manos, los juegos en el arenero…. Poco
a poco conseguí ser menos dependiente. Incluso siendo tan pequeña
tuve que despedirme de una gran amiga “Carmen” ella se iba a un
nuevo colegio.
Y se fue
infantil y comienza el primer ciclo. Ya soy mayor, por eso voy al
patio de los mayores, hago exámenes, tengo que mantenerme más
tiempo sentada (quizás la tarea más difícil), ya leo
estupendamente, empiezo con el Inglés, con Música con Gimnasia.
Sumo, resto, y como no recordar los textos del “Piojo” (con ellos
empezó mi gusto por la lectura).
Sigo
avanzando, aprendiendo cada vez más a respetar a mis compañeros y
maestros, a hacer cada vez más cosas por mí misma. Y unos se van y
otros vienen, en segundo tenemos la suerte de tener con nosotros un
nuevo compañero, él es Mario, muy bromista y muy buen compañero.
En
definitiva lo que más me costó del primer ciclo, quizás, lo de
mantenerme tanto tiempo sentada, y la comprensión lectora de los
textos del piojo. Y los que más me gustó: los juegos en el patio
grande con mis compañeros, los problemas de mates que nos ponía la
seño, que eran personalizados con cada unos de nosotros, las fiestas
de fin de curso y las excursiones.
Tercero y
cuarto, sigo creciendo, tanto, que mi clase está en la planta de
arriba. Aprendo a memorizar, los exámenes son mucho más largos.
Aumenta mi gusto por la lectura, uso la biblioteca cada vez más.
Aprendo las tablas de multiplicar, que la verdad no fue tan difícil
como parecía, o quizás fue la forma de enseñarlas. Y !ya tenemos
pizarra digital!. En los recreos me lo paso genial, mis compañeros y
yo jugamos al “Poli y ladrón”, los niños contra las niñas.
Supero
todas las asignaturas de estos dos cursos con muy buenas notas,
aunque a toda la clase nos queda una asignatura pendiente “Hablar
bajito” (somos algo chillones).
De este
ciclo quiero destacar dos momentos para mí, algo incómodos y
tristes, mis compañeros Mercedes y Sergio se van del cole. Mercedes
se va a un colegio de Cádiz, recuerdo que ella siempre estaba
alegre. Y el papá de Sergio tiene que viajar a México por trabajo
y su familia decide ir con él.
Y por
último, ya me encuentro en el último ciclo. Después de haber
superado y aceptado la separación de mis dos grandes compañeros,
muchas sorpresas nos aguardan en estos dos cursos. La primera de
ellas que es muy grande, es que por fin tenemos un “Profe”, hasta
ahora todos mis antiguos profesores han sido “Seños”. Al
principio, todos tenemos un poco de miedo a lo desconocido, pero la
verdad es que poco tardamos en descubrir, que él
es mucho más que un Profe, es nuestro “Papá
Beni”-
Otra de
las sorpresas es que tenemos dos nuevos compañeros: Sandra y Jesús
los cuales pronto se adaptan al grupo. Sandra es divertida y
graciosa, y Jesús es algo inquieto y nos ha enseñado mucho sobre
la insulina.
Y aun nos
queda una última sorpresa, muy agradable por cierto, en este ciclo
vamos a contar con la ayuda de un profesor en prácticas, Alberto,
ha sido muy bonito, y divertido haberlo conocido y hemos aprendido
mucho de él.
Y ahí no
queda la cosa, en realidad estos dos cursos han sido una caja de
sorpresas, nuestro “Papá Beni” nos ha hecho conocer el exterior,
explorando cada rincón: trabajos muy interesantes, (en grupo, que
aunque a nuestras madres nos les hace mucha gracia a nosotros nos
encanta quedar, y claro, eso él lo sabe), me gustó mucho la
gimkana fotográfica, hacer el volcán, los experimentos, el punto de
cruz, el planetario, la visita a otros centros para explicar el
método de ABN, incluso esta redacción que me está haciendo
recordar. Y claro estos trabajos me han enseñado a trabajar en
grupo y también sola, a exponer, a hablar en público, a buscar
información, a crecer. Y todo ello de una manera sencilla, distinta
y divertida.
Quiero
también mencionar la gran idea del centro de dejarnos apadrinar a
los niños de 3 añitos, ésta ha sido una experiencia única, creo
que nos hemos dado mucho, tanto nosotros a ellos como ellos a
nosotros.
Recordar
la excursión de fin de curso, mucho más que inolvidable.
Así que
en estos años, ha habido muchos cambios en mí, tanto físicos como
mentales, he aprendido que soy capaz de hacer muchas cosas sola, he
conocido mucho de lo que hay a mi alrededor, y he aprendido a
valorarlo, me he divertido, he compartido buenos y malos momentos con
mis profesores y compañeros (que ya son algo más que compañeros).
En
definitiva, ¿Difícil?, Algo, pero no imposible. Lo he conseguido,
creo que estoy preparada para enfrentarme a la próxima etapa “El
Insti” y todo lo que allí me espera. Y todo ello lo he conseguido
de la mano de mis “Profes”:
Ana y María José 3
añitos, Rosa 4 y 5
añitos, primer ciclo Manoli, segundo
ciclo Toñi, tercer
ciclo Beni, y como no
Alberto (el profe en
prácticas), Victoria (profe
de música y directora), Dori y Lourdes (the
teachers), Encarni y Jose (Profesores
de gimnasia), Pepa, Antonia, Conchita, Juan, y
junto al resto de profesores que han estado ahí para ayudarme y
aprovechar cualquier momento para enseñarme. Junto a mis compañeros
y como no, a mi familia.
Gracias a
todos por formar parte de ésta gran etapa muy feliz de mi vida.
Irene.
jueves, 11 de junio de 2015
Dictado
-¿Delfines?- preguntaron varios alumnos a coro.
-¿ Hay delfines aquí?
- ¡ Si, muchos! A veces siguen a los barcos para jugar.
¡Ah! Y de vez en cuando también se ven ballenas, aunque cada vez menos. Lo más bonito de ver es la pesca de las almadrabas.
¡Os explico! Se intala como un laberinto de redes en el mar, y los atunes entran dentro.
Cuando ya hay muchos atunes, se sacan. Pegan grandes saltos y verlos es muy espectacular.
-¿ Hay delfines aquí?
- ¡ Si, muchos! A veces siguen a los barcos para jugar.
¡Ah! Y de vez en cuando también se ven ballenas, aunque cada vez menos. Lo más bonito de ver es la pesca de las almadrabas.
¡Os explico! Se intala como un laberinto de redes en el mar, y los atunes entran dentro.
Cuando ya hay muchos atunes, se sacan. Pegan grandes saltos y verlos es muy espectacular.
lunes, 1 de junio de 2015
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